Aguaceros de fuego
Benigna
y bella es nuestra naturaleza territorial. El chileno, y con mayor
razón nuestros pueblos originarios, nos identificamos con esa ubérrima
realidad. Chile es de verdad ese largo pétalo de montañas, ríos y
bosques, junto con sus habitantes.
También
como pueblo somos hijos del rigor.Tantos creadores han abundado en
alabanzas a esta ' loca geografía ' . Desde Alonso de Ercilla, el
creador de La Araucana, hasta nuestros días, obras completas contienen
la exaltación de las virtudes territoriales. La geografía en mucho nos
determina. Todo lo que a ella sucede nos afecta.
Cuando
no son los grandes y destructores sismos, son los aluviones los que nos
ponen a prueba. Se dice que estos siniestros últimos, estos aguaceros
de fuego, no habían sucedido nunca antes con la devastadora magnitud que
conocemos. Un bosque quemado no se recupera sino en años. Los árboles
son los seres vivos que faenan la pureza que respiramos.
Se
anuncian ciclos de gran devastación planetaria. El medio ambiente
sufrirá cambios muy negativos. Ese proceso ya ha comenzado. Pronto
seremos 8 mil millones de habitantes, sin contar otros seres vivos que
tienen pleno derecho a la existencia sobre la faz del planeta. No
tenemos otra casa...
Científicos
del mundo han alertado de la tragedia que está en curso. Es el peor
momento, ha dicho el sabio Stephen Hawking, que algo sabe de estos
temas. La Humanidad parece no hacer caso, destruye, contamina. Mil
millones de personas en el mundo encienden un tabaco cada día, súmense
los millones de industrias que a diario polucionan, y la inmensa
multitud de vehículos quemando combustibles. La atmósfera no es
infinita, también tiene sus grados de tolerancia.
Los
incendios forestales de esta última década en Chile suman más de un
millón de hectáreas quemadas, también miles de viviendas, solo en
Valparaíso el año 2014, se perdieron 3000.
El
hombre en sus inicios se halló con el fuego y se extasió con su
belleza. Nuestro pan de cada día nace de ese vital elemento. En los
vientres del planeta bullen turbulentos los océanos de fuego. Tenemos
que aprender a convivir con su belleza y a dominar sus peligrosas
agresiones.
Carlos Poblete Ávila
Profesor de Estado
Director Centro de Estudios
Conciencia Crítica
Chile, enero 30 de 2017.
Fotografías: 1) Parque Nacional Torres de Paine, Región de Magallanes. 2) Parque Nacional Conguillio, Región de La Araucanía.
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