El próximo 14 de noviembre Espacio O inaugura una muestra de la artista chilena Fernanda Gutiérrez, curada por Arturo Duclós.
Se trata de una reflexión acerca de la sociedad chilena más conservadora y cómo sus códigos afectan profundamente la vida de las personas que crecen bajo su alero.
La fotografía que les mando es un acto performático de la artista que encarna diferentes personajes femeninos, estereotipos de mujeres castigadoras que han marcado su biografía: una hija, una madre, una jefa, una empleada o una suegra que intimidan y coartan la libertad.
También les mando una imagen del tejido
eterno (e inservible) que hace para dejar de fumar. Esa obra representa
el acto catalizador y el ejercicio de la libertad condicionada en un
sistema coercitivo y represivo. Va además el rosario creado para la
muestra.
ESPACIO O INAUGURA LA MUESTRA “PASADO PERFECTO” DE FERNANDA GUTIÉRREZ.
14 al 25 de noviembre,
Espacio O, Villavicencio 395, tercer piso. Lunes a viernes: 11:00 a 19:00 horas. Sábado: 11:00 a 16:00 horas. Entrada gratuita.

Durante toda su
trayectoria artística Fernanda Gutiérrez (Santiago de Chile, 1973) ha trabajado
en torno a fenómenos de la sociedad chilena, nutriéndose especialmente de sus
propios códigos y referentes provenientes del grupo sociocultural conservador y
tradicionalista bajo el cual se crió. Desde esa perspectiva cuestiona sus
mecanismos coercitivos y su influencia en la formación de individuos sumidos en
el prejuicio y el dogma. Principalmente a través de estereotipos que encarnan
el poder o bien lo padecen, o símbolos que lo perpetúan, la artista reflexiona
sobre este sistema desacralizándolo y reinterpretando códigos sociales acuñados
a principios del siglo pasado.
Es así como en Pasado
perfecto recorre diferentes hitos a través de personajes arquetípicos y
símbolos que marcaron su existencia. “Una
de la principales conjeturas desarrollada por la artista tiene que ver con el
estancamiento conservador de un sector, aunque cada vez más minoritario, de la
sociedad chilena, que sostiene un sistema de contención social para su grupo de
referencia a quienes controlan jerárquicamente. Estos individuos que ejercen
efectos sicológicos devastadores sobre sus afectados, aluden a códigos sociales
todavía inscritos en la educación de los inicios del siglo XX. Códigos que
provienen muchos de ellos de las tradiciones ortodoxas, agrupaciones
religiosas, centros de estudios, de formación militar o partidos políticos. Hoy
desde una mirada analítica y social estos códigos fomentan patologías,
comportamientos de dominación y manipulación, como figuras tipologizadas;
viéndose reflejadas en las conductas escolares de bullying, en las relaciones
familiares o en el mobbing laboral, así como la depresión, hasta las conductas
sociópatas en sus variantes. Porque en definitiva son formatos de control
social y económico, que así como se reproducen en la gran escala de la
sociedad, también lo hacen en el círculo más cercano, la familia.”, explica
Arturo Duclós, curador de la muestra.
Pasado
perfecto
Cada temática
planteada en la muestra recoge experiencias de un “pasado perfecto” marcado por
la instrucción, el ejercicio del poder adulto, el castigo, la sumisión y la
insubordinación. Esos rastros hablan de la represión de la espontaneidad y la
práctica de la disciplina basada en la culpa y el dolor.
En este contexto, la muestra se compone
de la serie fotográfica Las mujeres del mal, donde la
artista encarna a diferentes personajes arquetípicos femeninos de rasgos duros
y castigadores, que marcan la vida y generan conflicto y ansiedad. En la obra Gutiérrez
se convierte en una hija, una madre, una empleada, o una suegra, las mujeres que
la intimidan, castigan y someten. “Ellas simbolizan la represión de lo espontáneo y lo genuino porque ejercen presión a
través del deber ser, lo que hace cuestionarme constantemente la veracidad de
mi yo y mi existencia”, señala la artista.
Otra pieza
expositiva es Tejido para dejar de fumar, una larga maraña concebida para catalizar
la ansiedad y lograr superar el hábito del cigarrillo, aparentemente sin éxito.
A juicio de Duclós este ejercicio es la práctica extraordinaria de la libertad
condicionada. “De una manera u otra la artista pareciera autoboicotear permanentemente
su planeada estrategia de ataque para recordar nuevamente su fingimiento, hay
un doble juego que se mueve entre la demanda y la venganza, y por otra parte en
los estragos que la misma educación le auto-infringió. Lo que determina su condición
de impostora es lo que la sana. Violenta contradicción para un estudio post
histórico de la construcción biográfica del sujeto del siglo XXI”, comenta.
Con el trabajo Omnipresencia,
un rosario católico cuyas cuentas son globos oculares que vigilan, simboliza el
dios omnipresente que penetra y coarta los espacios de intimidad y también los
públicos. De esta forma la artista nos plantea que estos códigos forman parte
de una ideología de la dominación que es perceptible, tanto desde lo religioso
como de lo social. Se trata de una crítica social explícita que se refuerza con
el video testimonial Obediencia, que transmite cómo el
miedo a la libertad y a lo desconocido, hipotecan la vida de las personas. En
otra de las obras, Pasado perdido, un banco escolar con abrazaderas que sujetan los
pies, reflexiona sobre lo represivo del sistema educativoy lo mucho que coarta
la libertad de pensar y hacer.
Tal como
reflexiona Duclós, el trabajo de Fernanda Gutiérrez constituye un profundo
viaje desde su biografía, sobre la formación de individuos en sociedad bajo la
norma de la tradición, la educación y la religión. Por otro lado cuestiona la
verosimilitud del sujeto insurrecto quien se desborda en el caos existencial
que conllevan los códigos de comportamiento, derivando al extremo de la
impostura. “Vale la pena preguntarse, a
propósito de la muestra Pasado perfecto como resistirán estas ideas en el
oscilante mundo de las nuevas tecnologías, en el futuro perfecto, donde la
culpa y el dolor serán consumidos por nuevos paradigmas. Entonces habrá servido
esta reflexión para disolver los atavismos que transporta a la civilización en
su enmarañada psiquis”, acota.
Sobre la artista.
Fernanda Gutiérrez (Santiago de Chile, 1973) es Licenciada en Artes
Visuales de la Universidad del Desarrollo, donde realizó además un diplomado en
grabado con el artista Francisco Copello. Estudió pintura y escultura
experimental en la San Diego State University, California y ha obtenido varias
distinciones entre las que se cuentan la Beca Excelencia Académica de la
Universidad del Desarrollo, el premio Dean´s Award de la Universidad de San
Diego y la beca EF International Schools, Upsalla College, NJ, USA. Entre sus
muestras destacan las individuales“Cómo Dios Manda” (Galería La Sala 2012,
Máquina – instalación); y “Frenesí” (Galería La Sala, 2014); y las colectivas “Coplanar en Flúor” y
“Four nights ago” (2011, SDSU Art Gallery, San Diego – CA, USA); Teoría de
Sistemas”, Performance, Colectivo Hipermercado Casino (2015, MNBA Museo
Nacional de Bellas Artes); y “Balmaceda Arte Joven” (2015, MAC Quinta Normal).
Contacto de prensa y gestión: Verónica
Rubio. Veronicarubio0@gmail.com.
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Se adjuntan imágenes.
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